Marcelo Senra, mi tío

Lo siento cotidianamente, lo recuerdo mientras se disponía a cocinar algo en esa estrecha cocina del depto. de mis abuelos maternos en Palermo, siempre elegia entre algunos discos aquello que tenia ganas de escuchar, son recuerdos muy firmes y reales aunque vagos en eso del tiempo en que ocurrió

Lo veo manipulando el equipo de música a válvulas del abuelo Jacinto, quizás no sea así pero el sonido de ese equipo no ha sido superado en mi imaginación

A veces lo veo mientras entre disco y disco apuraba un trago de un vino rojo intenso de un simple vaso, muchas veces en mi vida lo he sentido al hacer lo mismo

Lo veo sonriente y distendido mientras sonaba Serrat, Fiesta acompaña casi siempre, mientras se mueve entre el equipo y la cocina de la cual emanaba un aroma muy especial, mientras abre esa vieja heladera de la abuela, pero sobre todo recuerdo el olor de la cocina, la música, el vino y la risa de Marcelo como si fueran un todo

Muchas de las cosas que he tomado como costumbres vienen de ahí, de ese gusto por la cocina, el vino, la música a todas horas, su voz

Hay algo muy fuerte en esa mezcla entre el aroma de esa cocina, la música y los actos de mi tío

Aunque en aquella época algunas cosas que el hacia me desconcertaban pues no encajaban en eso que me habían enseñado con respecto a como debían ser las cosas, siempre me atrajo su humor y desparpajo, luego caí en la cuenta que era esa cosa de disfrutar la vida en esas pequeñas cosas lo que me atraía, y me marcaron para siempre

Marcelo era todo lo opuesto a lo que se me había inculcado, era el adolescente terrible de sus épocas de secundario que me habían contado, era el que un buen día nos llevo a toda la tropa a recorrer Playa Magaña, el que ante la furia del abuelo y mis padres se tuvo que volver una Navidad desde Rawson a Capital Federal un día de navidad de no recuerdo que año con Alba, Demian e Ioka

Siempre sentí y pensé que esa navidad para mis tíos y primos debe haber sido muy triste y desolada pero jamás pude o atine a preguntarles como se sintieron, claro que Demian e Ioka era muy pequeños, quizás no se acuerden de ese episodio

Por supuesto Marcelo no es solo el, en esos años estaba Alba, una mujer que imponía presencia, con una voz que siempre distinguiré de todas las demás

Juntos los disfrute mucho, especialmente aquellas veces que me quede a dormir en su casa, aun recuerdo vividamente muchas de esas escenas, esa casa tenia además una atracción especial, siempre me pareció de los mas chevere, hoy mencionar ese barrio es hacer que automáticamente visualice todo eso, lo mismo que no puedo dejar de comparar cada pizza con las que Marcelo hacia, por mas que hasta aprendí a hacer pizzas jamás comí unas tan ricas como las que una noche compartí con ellos y los vecinos en esa casa

Luego se separaron, no se porque, tiempo después coincidimos en el depto. de los abuelos por un tiempo, vagamente recuerdo que el estaba en ENTEL y que andaba en lo sindical, pero eso nomás

Por eso y nada mas que por eso el siempre esta, los esbirros de la dictadura lo desaparecieron, la familia, salvo sus hijos y supongo mujeres, lo negó, reiterando la desaparición pero para mi siempre estuvo, siempre estará